A veces una noticia no golpea por su importancia, sino por la manera en que aparece frente a ti. El sistema de transfiguración de World of Warcraft se encarecerá, y la sensación es parecida a abrir una ventana y descubrir que el paisaje cambió sin pedir permiso.
No hace ruido, pero se queda ahí, quieto, mientras intentas entender cuánto va a pesar en tu forma de jugar.
En Midnight, la transfiguración se convierte en algo más amplio. Ya no se trata de modificar piezas sueltas, sino de preparar Atuendos que se ajustan solos según el lugar, la actividad o incluso la forma de tu personaje.
La idea tiene una belleza particular, como si el juego quisiera que cada detalle encontrara su sitio. Aunque esa belleza viene con un precio que se acumula despacio y termina siendo más grande de lo que parece al principio.
Un sistema más libre, pero con una puerta de entrada pesada
Los Atuendos funcionan de manera elegante. Cambian cuando entras en un calabozo, cuando descansas en una posada o cuando simplemente te detienes en una zona tranquila. Funcionan incluso durante las pantallas de carga o cuando tu personaje adopta formas diferentes, algo que se siente casi como un pequeño ritual visual.
El problema aparece cuando llega la parte práctica. Cada personaje recibe dos espacios gratuitos para guardar Atuendos. Los demás deben comprarse con oro. Las primeras ranuras apenas llaman la atención, pero cada nueva compra sube el precio y, al final, la cifra se vuelve difícil de ignorar.
El vigésimo espacio cuesta 100 000 de oro. Al sumar todo, el total alcanza los 800 000 de oro por personaje. No es un gasto compartido por toda la cuenta, sino una decisión individual para cada uno de tus personajes, como si cada uno necesitara su propio pequeño armario sellado.
El costo invisible de guardar un estilo
La otra parte del sistema también se vuelve más costosa. Guardar un Atuendo por primera vez tiene un precio que supera los 6 000 de oro en Midnight. Antes, rehacer una transfiguración completa costaba menos de 1 000 de oro. El cambio se siente como una puerta que se cierra un poco más fuerte de lo normal.
Los Elfos del Vacío pueden reducir ese costo a la mitad gracias a Conexión Etérea, aunque la ventaja solo afecta el precio al guardar y no el desbloqueo de ranuras. Es una ayuda tímida, pero presente.
A pesar de todo, algunos jugadores piensan que, con el tiempo, este sistema podría ahorrar oro en ciertos casos. Posiblemente suceda, pero el inicio impone una barrera que nadie puede pasar sin pensarlo dos veces.
La función de Conjuntos Personalizados sigue existiendo y permite guardar apariencias como siempre, aunque usar esos conjuntos dentro del sistema de Atuendos sigue requiriendo oro.
El parche previo de Midnight llegará pronto, probablemente alrededor del 20 de enero. Quienes deseen influir en estos precios aún pueden hacerlo a través de la beta, donde cada comentario deja una pequeña huella en lo que podría cambiar antes del lanzamiento.
Hay cambios que parecen simples al principio, pero terminan abriendo un hueco silencioso en la forma en que uno vive el juego. El sistema de transfiguración siempre fue ese rincón donde cada jugador podía guardar algo propio, una pequeña huella personal entre tantas batallas. Ahora, con los nuevos precios, esa huella se siente un poco más lejana. No desaparece, pero se vuelve más difícil de alcanzar para quienes disfrutan experimentar con estilos sin pensar demasiado en el costo.
Midnight trae ideas hermosas. La forma en que un Atuendo se adapta al ambiente tiene una delicadeza especial. Cambiar de apariencia según el momento crea una sensación de movimiento que antes no existía. Esa parte conmueve, aunque quede envuelta en una barrera que invita a pensarlo dos veces antes de usarla.
Cada cambio importante trae consigo una pregunta que el juego no formula, pero que aparece igualmente: cuánto vale expresar la identidad dentro de un mundo tan grande. El costo en oro es visible, pero el verdadero impacto está en cómo afecta la libertad de crear. Algunos lo asumirán sin problemas. Otros quizá lo sientan más fuerte. Al final, todo queda en manos de quienes decidan entrar en Midnight.
