Dragon Age es una saga cuyo sello distintivo es su versatilidad en términos de género y estilo de juego. Desde Origins, que introdujo un meticuloso y táctico juego de rol, pasando por la frenética acción de Dragon Age 2, hasta la fusión equilibrada de ambos estilos en Inquisition, la serie siempre ha sabido mantener a sus jugadores enganchados con su cambio de ritmo y narrativa.
Dragon Age: Origins es conocido por su profundidad estratégica y gestión detallada del grupo. Este juego introdujo un universo rico y envolvente que valoraba la elección y la consecuencia, con cada decisión que el jugador tomaba afectando de manera significativa la historia y su mundo.
Por otro lado, Dragon Age 2 aceleró el ritmo de la acción, inclinándose más hacia un estilo de «hack ‘n’ slash», sin renunciar a una narrativa sólida y un desarrollo de personajes profundamente controlado.
Inquisition logró combinar lo mejor de los dos mundos, equilibrando la estrategia táctica de Origins con la emoción de la acción de Dragon Age 2, presentándose así como un verdadero juego de rol de acción.
Este camino de evolución constante y la capacidad de reinventarse a sí misma con cada entrega es lo que ha permitido que la serie Dragon Age mantenga una base de fans apasionada y diversa.
El siguiente capítulo de la serie, Dreadwolf, es prometedor, aunque la dirección exacta que tomará todavía está en el aire. Lo que sabemos es que se centrará en Solas, el sorprendente antagonista que se reveló en Inquisition. Es probable que este personaje, conocido también como Dreadwolf, ofrezca una dinámica fresca y emocionante a la serie, aunque es probable que su papel como villano inicial evolucione a medida que avanza el juego.
Dragon Age ha demostrado que puede reinventarse continuamente, manteniendo su esencia y manteniendo a su base de fans comprometida. Con Dreadwolf, esperamos ver cómo se desarrolla esta dinámica, y cómo la serie continúa su tradición de narrativa fuerte, decisiones significativas y, por supuesto, dragones.

En cada nueva entrega de Dragon Age, hemos tomado el papel de un nuevo personaje, cada uno con su propio conjunto de motivaciones y conexiones con el mundo en constante expansión de Thedas. Este patrón se repite en Dreadwolf, donde, aunque como jugadores, la batalla contra Solas se siente personal, para nuestro protagonista será una nueva amenaza a enfrentar, desconectada de su experiencia personal.
Es interesante notar que Hawke, el protagonista de Dragon Age 2, hizo una aparición en Inquisition, lo que indica que los personajes de los juegos anteriores podrían desempeñar roles en la historia de Dreadwolf. No obstante, la desconexión entre la perspectiva del jugador y la del protagonista puede ser un desafío narrativo.
Este es el punto en el que el espíritu de Dragon Age: Origins podría ser relevante. En Origins, nuestro héroe no tenía una conexión personal con la amenaza principal, la Ruina, sino que enfrentaba el desafío como un Guardián Gris, obligado a proteger a Thedas. La narrativa no se basó en una venganza personal o en una confrontación emocional, sino en una responsabilidad con el mundo.
Por lo tanto, puede que Solas se convierta para nuestro nuevo héroe en algo similar a la Ruina: una amenaza imponente que debemos enfrentar, no por venganza personal, sino en nombre del bien mayor. Este enfoque puede proporcionar una narrativa poderosa, pues aunque no estemos luchando por venganza, estamos luchando por algo aún más importante: la supervivencia y el bienestar de Thedas.
A pesar de la posible desconexión entre el jugador y el personaje principal, Dragon Age ha demostrado en múltiples ocasiones su capacidad para tejer historias que resuenan en un nivel profundo con los jugadores, a través de decisiones significativas, desarrollo de personajes complejo y la creación de un mundo verdaderamente envolvente. A medida que esperamos el lanzamiento de Dreadwolf, la pregunta no es si Dragon Age podrá mantenernos comprometidos, sino cómo lo hará esta vez.

Es cierto que Dragon Age: Origins puede parecer anticuado en términos de estilo de combate y presentación gráfica, especialmente en comparación con Inquisition y otros títulos contemporáneos. Sin embargo, su encanto innegable radica en la forma en que logró sumergir a los jugadores en su mundo oscuro, detallado y misterioso, brindándonos un pozo de conocimientos para explorar a nuestro ritmo.
Dreadwolf nos transporta a Tevinter, un escenario totalmente nuevo y prometedor, conocido por ser una ciudad gótica edificada con magia y sangre. Esta nueva ubicación brinda la oportunidad perfecta para reintroducir la atmósfera oscura y misteriosa que hizo de Origins un juego tan cautivador.
Sin embargo, es improbable que Dreadwolf retome el ritmo metódico de Origins, dada la tendencia de los juegos de la AAA de tener un ritmo más rápido y de abarcar un mundo más grande para explorar. La evolución de las expectativas de la audiencia y la competencia en el mercado de los juegos probablemente dicten un enfoque más rápido y ágil.
Eso no significa que Dreadwolf no pueda aprender de los puntos fuertes de Origins. El tono y la narrativa de «llamada a la aventura» de Origins son aspectos que se podrían implementar en Dreadwolf para enriquecer la experiencia. La construcción de mundos de Origins fue excepcional, y si Dreadwolf puede replicar eso, sin duda será bienvenido por los fans.
A pesar de las diferencias de opiniones entre los fans sobre cuál es el mejor juego de Dragon Age, Origins a menudo es considerado el pionero y el estándar de oro de la serie. Ambas secuelas han mantenido una cierta distancia de este estándar, optando por evolucionar y experimentar con nuevas direcciones. Este enfoque ha permitido a la serie mantenerse fresca y emocionante, pero al mismo tiempo, hay una nostalgia por los aspectos que hicieron a Origins tan especial.
Con Dreadwolf, existe la oportunidad de satisfacer esa nostalgia mientras se mantiene la serie al día con las tendencias modernas de los juegos. Brindar el tono sombrío y la construcción de mundo de Origins, junto con la dinámica ágil y la evolución de los juegos recientes, podría ser la clave para hacer que Dreadwolf sea un éxito en todos los frentes.